El origen de las escrituras budistas

El Buda no fue el autor de ningún texto, es más, probablemente tampoco ninguno de sus discípulos directos ha compuesto obra alguna.

El origen de las escrituras budistas

 1. Introducción

El Buda no fue el autor de ningún texto, es más, probablemente tampoco ninguno de sus discípulos directos ha compuesto obra alguna. En la época del Buda ya existía el lenguaje escrito, no haberlo utilizado muestra una elección consciente a favor de la transmisión de las enseñanzas de manera oral. Así, durante los siglos que preceden al parinirvāṇa del Buda, las enseñanzas fueron preservadas en la memoria de sus discípulos, quienes se reunían en los llamados concilios para organizarlas y asegurar su preservación a generaciones futuras de la manera más precisa posible.

 2. El primer concilio

El primer concilio[1] tomó lugar en Rajgir (sánc. Rājagṛha) tres meses luego del parinirvāṇa del Buda. En este encuentro participaron 500 arhats.[2][3] Su objetivo principal fue organizar las enseñanzas y clarificar dudas. Los discursos se dividieron en enseñanzas generales —llamadas sūtras—, y aquellas que prescriben el comportamiento de los monjes —llamadas vinaya—. Algunos reportes informan que había una tercera categoría llamada mātṛkās formada por reglas mnemotécnicas utilizadas como ayuda en el proceso de memorización. Años más tarde, utilizando estas reglas mnemotécnicas y basándose en la colección de sūtras, se desarrolló el abhidharma, una clasificación esquemática de la doctrina del Buda organizada por temas. Estas tres colecciones (sūtras, vinaya y abhidharma) llamadas las “tres cestas” o en sánscrito tripiṭaka, aún existen y corresponden con tres tradiciones vivas: el tripiṭaka pali, que corresponde a la tradición theravāda del sudeste asiático, el tripiṭaka chino que corresponde a las tradiciones de China, Corea y Japón, y el kangiur y tengiur tibetanos que corresponden a Tíbet y Mongolia.[4]

 3. La expansión de las enseñanzas y los distintos lenguajes.

En el tiempo del Buda, a pesar de que el sánscrito era el lenguaje de preferencia de la comunidad brahmánica para estudiar sus rituales religiosos, él evitó enseñar en esta lengua de manera intencionada. En su lugar, optó por el prakrit[5], una colección de lenguajes cercanos al sánscrito que se utilizaban en el norte de la India en el siglo 5 a.C.[6] Uno de los lenguajes prakrit es el pali: el término “pali” deriva de pali-bhasa que significa “el lenguaje de los textos [budistas]”.

En el siglo siguiente del parinirvāṇa del Buda, sus enseñanzas se propagaron a otros subcontinentes indios y diferentes grupos de monjes y escuelas adaptaron las enseñanzas a sus propios dialectos. En uno de estos grupos se encontraba Madhyantika, destacado y último de discípulo de Ānanda, quien aproximadamente 100 años luego del parinirvāṇa del Buda se dirigió a Cachemira, en donde construyó una ermita para meditar y comenzó a enseñar y expandir el budismo a la región.[7] Éste es un evento importante en el desarrollo posterior del tantra, ya que Madhyantika fue quien estableció el budismo allí. Mientras tanto, en el continente indio el sánscrito dejó de ser el lenguaje utilizado exclusivamente por brahmanes y comenzó gradualmente a ser utilizado en distintos ámbitos para comunicar conocimiento y literatura. Así, las enseñanzas del Buda fueron eventualmente adaptadas al sánscrito.[8]

 4. La escritura de las enseñanzas y su supervivencia

Durante el período de expansión del budismo la situación política era tumultuosa. Luego de la muerte del rey Aśoka (268-232 a. C.) el imperio Mauryan declinó y fue finalmente destruido por el general Pushyamitra, aproximadamente en el 180 a. C. La dinastía Śuṅga —fundada por el general— duró 112 años y, a pesar de que apoyaba el brahmanismo y perseguía a los budistas, la mayoría de los reyes posteriores favorecieron al budismo.[9] Taranata, historiador budista del siglo 16, comenta que el general Pushyamitra aniquiló el budismo en el norte de la India en tan sólo un período de 5 años, durante el cual mandó a matar monjes, destruyó monasterios y escrituras.

La tradición theravāda explica que el canon pali fue llevado desde continente indio a Sri Lanka en el siglo 3 a. C. por Mahinda, monje budista hijo del emperador Aśoka. Se cuenta que Mahinda y sus compañeros llegaron a Sri Lanka sin textos porque habían memorizado las tres cestas de enseñanzas, mientras que éstas fueron escritas por primera vez en el siglo 1 a. C. en el concilio que tomó lugar durante el reinado del rey Abhaya Vattgamani (47 a. C. aprox.).[10] En el dīpavamsa, el texto pali más antiguo en donde se narran las crónicas de la primera escritura de las enseñanzas, se menciona:

Monjes letrados presentaron los textos

de las tres cestas en una recitación oral.

Percibiendo la decadencia de los seres, aquellos monjes del concilio

escribieron los textos para que el dharma perdure por más tiempo.[11]

Otra evidencia indica que la composición de los textos comenzó en Sri Lanka, pero debido a una hambruna muchos monjes —sino todos— volvieron al continente indio. Lo que es realmente interesante en la narración de este evento por parte de Buddhaghosa[12] es la descripción acerca de cómo los 700 monjes que forman parte del concilio han mantenido en su memoria de manera perfecta las tres cestas junto con las explicaciones sin confundir ni una sílaba.[13]

En India han existido diferentes versiones de las tres cestas; pero actualmente sólo se preserva de forma completa la versión pali —llamada nikāya— aunque se conservan fragmentos de otras versiones. En cuanto a las traducciones de las tres cestas también se ha preservado la versión china, llamada āgama. Si bien es difícil indicar con exactitud la fecha de composición de ambos cánones, la evidencia apunta a que el nikāya fue compuesto antes de la era común, y āgama fue traducida del sánscrito o de dialectos indios en el siglo 4 d. C.[14]

El lector debe notar que el término “theravāda”, utilizado para referirse al canon indio, es muy estrecho, ya que se refiere sólo a la doctrina de la escuela theravāda mientras que nikāya/āgama se refiere a todos los textos que componen las enseñanzas tempranas del Buda. El término sánscrito “hīnayāna”, comúnmente utilizado para referirse a las enseñanzas tempranas, es una depreciación de las escuelas y los seguidores de ese vehículo, ya que significa “camino inferior.” Ningún grupo budista se denominó a sí mismo hīnayāna, sólo lo utilizaban los seguidores del Gran Vehículo para referirse al budismo nikāya/āgama.

 5. El contenido de los cánones

El nikāya/āgama está compuesto por cuatro secciones que organizan los discursos del Buda de acuerdo al lugar y a la longitud de las enseñanzas. La colección de discursos largos (sánsc. dīrghāgama), compuesta por 30 sūtras. La colección de discursos medios (sánsc. mādhyamāgama), compuesta por 150 sūtras en pali y 200 en la edición china. Por último, dos colecciones de discursos cortos: la primera agrupada principalmente por temas que explican la doctrina de originación interdependiente, los agregados, las facultades sensoriales y el camino, y la segunda compuesta por una colección enumerada (sánsc. ekottarikagama) que consiste en sūtras cortos con listas agrupadas por los elementos que la componen. En la edición india también existe una quinta colección de textos misceláneos, entre los cuales se encuentra, por ejemplo, el dhammapada (dichos del Buda), jātaka (historias de las vidas previas del Buda) y otros textos. Esta quinta categoría es también reconocida como la palabra del Buda.[15]

La versión pali, china y tibetana de la cesta de disciplina está dividida en 2 secciones: la primera es la descripción de los votos de liberación individual (sánsc. prātimokṣa) y la segunda explica los procedimientos para conducir actos en la comunidad de monjes, tales como ordenar nuevos monjes y monjas.

Gethin comenta que las distintas versiones del canon budista (pali, china, tibetana) no deben percibirse como una edición o versión perteneciente a una escuela en particular, sino como un único patrimonio budista. En el pasado, incluso durante los debates, nunca se puso en duda la autenticidad de las distintas colecciones de enseñanzas, sino sus interpretaciones.[16]

Los sūtras budistas siempre comienzan con “esto he oído, una vez el Señor estaba en…”. La tradición entiende que éstas son las palabras de Ānanda[17], asistente principal del Buda y uno de los diez discípulos más importantes quien, gracias a su memoria perfecta, era capaz de recitar la enseñanza sin agregar ni quitar nada. Así, la inclusión de esta frase al comienzo de la enseñanza indica que son las palabras del Buda tal como las recuerda Ānanda. En la tradición nikāya/āgama también se aceptan sūtras que no fueron enseñados por el Buda sino por discípulos directos, incluso algunos fueron expuestos luego del parinirvāṇa del Buda.[18]

La noción de una colección de enseñanzas budistas fija es un tema complejo: se encuentra documentado que, incluso durante el primer concilio, luego de la recitación de las enseñanzas por parte de los 500 arhats, un monje declaró que prefería memorizarlas tal como él recordaba que habían sido enseñadas por el Buda, sugiriendo que aquellos 500 arhats las recitaron de manera distinta. Así, tal como veremos en las próximas secciones, las colecciones han ido cambiando a lo largo de los siglos.

 6. La autoridad en las enseñanzas

En la discusión “las cuatro grandes referencias” (sánsc. mahāpadesa) se describen los criterios utilizados para evaluar si una enseñanza pertenece al Buda. La enseñanza debe ser aceptada como auténtica cuando una de las siguientes ocurre:

  • Fue brindada por el Buda en persona.
  • Fue brindada por una comunidad de practicantes experimentados o sus maestros.
  • Fue brindada por varios monjes experimentados quienes han sido educados en las enseñanzas, han vivenciado su significado, y preservan las enseñanzas y la disciplina.
  • Fue brindada por un monje experimentado quien ha sido educado en las enseñanzas, ha vivenciado su significado, y preserva las enseñanzas y la disciplina.

El Buda instruyó a sus discípulos de modo que investiguen las enseñanzas y analicen si aportan al conocimiento previamente adquirido. A priori puede parecer un método que llevará a muchos conflictos, ya que ante la ausencia del Buda no hay autoridad para indicar si la enseñanza y la manera en la que fue comprendida por el individuo son correctas. En respuesta a esta crítica válida, en primer lugar, tenemos miles de años de historia que demuestran que los conflictos surgidos entre escuelas budistas, en su mayoría, han sido resueltos en debate. En segundo lugar, el proceso de investigación de las enseñanzas sólo llevó al perfeccionamiento de la filosofía, en tanto ideas erróneas fueron dejadas de lado y se adoptaron otras más refinadas. Por otro lado, cada sūtra en la colección nikāya sigue un patrón muy definido, es decir, desarrolla un tema puntual e incluso, algunos textos, explican la manera en la que ese tema desarrollado se relaciona con las enseñanzas a un nivel más general. Es decir, una enseñanza particular válida debe comprenderse en el contexto en el que fue brindada y no debe contradecir la presentación general de las enseñanzas. Así, la tradición distingue entre las enseñanzas principales que fueron brindadas por el Buda, de las secundarias, es decir, comentarios sobre los sūtras.

7.  Abhidharma

La palabra abhi significa ‘superior’ y dharma, ‘fenómenos’, a veces traducido como ‘fenomenología budista.’ El abhidharma es, así, un conjunto de obras pertenecientes a la tercera cesta, la cual versa sobre el análisis de fenómenos —tales como el cosmos, la mente— y, a su vez, la clasificación de esos fenómenos y de la metafísica. El abhidharma puede entenderse como el intento más temprano de sistematizar de manera completa las enseñanzas de Buda que se encuentran en los sūtras.[19]

En la actualidad se preservan dos abhidharmas pertenecientes a dos escuelas (no sabemos si existieron otros) sarvāstivāda y theravāda. A pesar de que ambas escuelas comprenden el abhidharma como la palabra del Buda, ambas comentan de manera explícita que esta colección fue compuesta y transmitida por los discípulos principales del Buda.[20] Así, la escuela sautrāntika surgió para contrarrestar a los seguidores de abhidharma: si bien no cuestionaba los métodos utilizados en la composición de la colección de textos, sí cuestionaba interpretaciones de ciertas enseñanzas del Buda expuestas en esta colección.[21] Nuevas generaciones de discípulos comenzaron a refinar las enseñanzas de esta colección y estas nuevas producciones literarias ya no tuvieron el prestigio de ser la palabra del Buda, sino que fueron consideradas como comentarios de la palabra del Buda (sánsc. śāstra). Aunque muchas de las composiciones de tales comentarios ocurrieron en la era cristiana, éstos preservaban el pensamiento de los maestros indios del pasado.[22]

Antes de comenzar con la presentación del surgimiento de los textos del Gran Vehículo es necesario que exploremos el surgimiento de las diferentes escuelas antiguas de budismo, ya que ambos están relacionados.

 8. El origen de las escuelas antiguas de budismo: la división de las escuelas

La división y creación de diferentes escuelas en el budismo no ha tenido que ver, a diferencia por ejemplo del cristianismo, con una reforma o un grupo acusando de herejía a otro, sino que estuvo relacionada con diferentes interpretaciones de las reglas monásticas.[23]

Luego del parinirvāṇa del Buda y con sus enseñanzas expandiéndose a través del norte de India —y luego a la mayor parte del subcontinente indio—, es inevitable pensar que distintos grupos de monjes comenzaron a desarrollar diferentes entendimientos del abhidharma. En principio, esto no fue un problema ya que mientras los distintos grupos mantuvieran las mismas reglas monásticas y de iniciación podrían participar en las distintas comunidades sin inconvenientes, más aún, no forma parte de los preceptos expulsar a un miembro de una comunidad por tener un entendimiento diferente de las enseñanzas; sino que las justificaciones por las cuales se puede expulsar a un miembro están relacionadas con su comportamiento, por ejemplo, mantener relaciones sexuales, matar a un humano intencionalmente o aclamar falsos logros espirituales.

Si bien hay diferentes posiciones respecto a la razón de la separación, la investigación más sólida apunta a una disputa ocurrida durante el segundo concilio que tomó lugar 100 años después del parinirvāṇa del Buda. Aquella parece haber ocurrido en relación con 10 puntos de las reglas monásticas. Las diez reglas en conflicto eran las siguientes:

  • Llevar sal en un cuerno de animal transgrede la regla de no acumular comida.
  • Consumir comida cuando la sombra del reloj de sol es de dos dedos desde la marca del mediodía transgrede la regla de no comer luego del mediodía.
  • Viajar a otro pueblo a comer otra comida luego de haber comido transgrede la regla de comer en exceso.
  • Tener asambleas quincenales con los monjes que moran en la misma localidad transgrede el procedimiento de la asamblea donde todos los monjes en una localidad atienden la misma asamblea.
  • Llevar a cabo actos eclesiásticos cuando la asamblea no está completa para luego obtener el voto de los monjes ausentes transgrede las reglas de las reuniones religiosas.
  • Utilizar prácticas habituales como autoridad para transgredir procedimientos monásticos transgrede las reglas de procedimientos.
  • Tomar leche luego de la comida transgrede la regla en contra de comer comida especial cuando uno no se encuentra enfermo.
  • Tomar bebidas (como vino) antes de que fermenten también transgrede la regla de no consumir bebidas intoxicantes.
  • Utilizar una alfombra con flecos transgrede la regla en donde se indican las características de la alfombra.
  • Aceptar oro y plata transgrede la regla en donde se prohíbe a monjes recibir oro y plata.[24]

Existe otra versión que narra la causa de separación de la comunidad, que tiene como protagonista a Mahādeva. Este evento se encuentra en la colección sarvāstivāda y en el texto los puntos de controversia (pali kathāvatthu) de la colección theravāda. En ambos las críticas doctrinales de Mahādeva son las siguientes:

  • Los arhats pueden estar sujetos a tentaciones, liberar líquido seminal durante el sueño, y así aún estar bajo la influencia del deseo.
  • Los arhats pueden tener un residuo de ignorancia.
  • Los arhats pueden tener dudas.
  • Los arhats obtienen la liberación con la ayuda de un maestro.
  • Uno puede obtener la perfección meditando en expresiones vocales sobre sufrimiento (tales como ‘¡oh sufrimiento!’)[25]

En resumen, Mahādeva despreciaba la iluminación de los arhats.[26] Si bien estos cinco puntos pueden haber colaborado con la división de la comunidad, debemos notar que el concilio fue principalmente para discutir las reglas de conducta y no problemas doctrinales, más aún, una vez finalizado el concilio, un grupo de monjes permaneció en el lugar para discutir aspectos doctrinales, tarea que llevo 8 meses en completarse.

El grupo que adoptó estos 10 puntos (sánc. sthavira) decidió seguir reglas más estrictas, mientras que la mayoría (sánc. mahāsāṃghika) consideraba que era suficiente continuar con las reglas tal cual habían sido adoptadas hasta el momento. Así, las investigaciones apuntan a que esta separación sucedió en algún momento en el siglo 3 a. C. Luego ocurrieron otras, basadas en características de las enseñanzas, lugares geográficos, o debido a maestros particulares. Textos budistas antiguos apuntan a que las escuelas llegaron a ser 18, aunque este número parece ser ante todo simbólico; si nos basamos en las narrativas de los peregrinos chinos parecería que llegó a existir un grupo de 4 escuelas principales: mahāsāṃghika, sthavira, vatsīputrīya-sāmmatīya y sarvāstivāda.[27]

Se cuenta que el Buda, antes de su parinirvāṇa, le indicó a Ānanda que la comunidad debía olvidar las reglas menores de conducta; pero durante el primer concilio la comunidad tenía dudas acerca de cuáles eran las reglas menores, así que de manera unánime decidieron mantener las reglas tal como las habían mantenido durante su convivencia con el Buda.

La descripción de los debates acerca de la conducta nos da un indicio sobre la pureza de la época, los temas de debate y confrontación son tan sutiles que sólo pueden ser comprendidos y valorados por alguien de una disciplina superior. Para el modernismo occidental una conducta y disciplina tal como la descripta en general es entendida como extrema y carente de beneficio.

  A. Crítica a la legitimidad de la primera colección compuesta en Sri Lanka (pali dīpavamsa)

En el dīpavamsa, el primer canon pali, encontramos los siguientes pasajes:

Los monjes de la gran recitación modificaron las enseñanzas,

ellos alteraron la colección original y compusieron una colección diferente. (Verso 32)

Aquellos que alteraron la forma y el contenido de los cinco nikāyas,

colocaron suttas que habían sido recolectados de un sitio [en particular] en un sitio diferente. (Verso 33)

Aquellos monjes, sin comprender [las diferencias] entre lo que fue enseñado en un contexto en particular y lo que se debe aplicar de manera general,

y entre lo que debe ser comprendido de manera literal y lo que requiere instrucciones, (verso 34)

colocaron en otro sitio aquello que se enseñó en referencia a un contexto en particular.

Estos monjes bajo el pretexto de seguir las letras destruyeron el espíritu. (Verso 35)

Habiendo descartado una parte de los suttas y del profundo vinaya,

ellos falsificaron los suttas y alteraron el vinaya. (Verso 36)

Ellos rechazaron el parivāra, el atthuddhāra y los seis libros de abhidharma,

el patisambhidā, niddesa y en parte el jātaka

y otros han sido compuestos. (Verso 37)

Ellos abandonaron el nombre original, la vestimenta, lo permitido y las reglas de comportamiento

y adoptaron otras. (Verso 38)

Cousins afirma que estas acusaciones son claramente equivocadas y culpa al autor (quien no necesariamente es el autor del dīpavamsa) de haberlas inventado sin ninguna prueba. Aquél describe un evento que sucedió 600 años antes de su tiempo. La razón principal para dudar de ellas es que, evidentemente, la tradición mahāsāṃghika no se originó luego de la segunda recitación colectiva organizada por la comunidad derrotada en el debate, tal como indican los versos del dīpavamsa.[28]

 9. La primera aparición del canon budista en sánscrito

En general se asocia la literatura sánscrita con las enseñanzas del Gran Vehículo; pero ello no es exclusivo de este camino, también hay un gran número de enseñanzas del camino general del budismo o nikāya en sánscrito. La literatura budista en sánscrito fue primero gestada por la escuela sarvāstivāda, también llamada vaibhāṣika, la cual poseía su propia colección de reglas de conducta, sūtras y abhidharma en sánscrito.[29]

 A. El surgimiento de los sūtras del Gran Vehículo (sánsc. mahāyāna)

En los siglos que siguieron al parinirvāṇa del Buda distintas escuelas comenzaron a desarrollarse en la India y cada grupo enfatizó su propio entendimiento de los sūtras, reglas monásticas y abhidharma. Al principio de la era cristiana comenzamos a observar el surgimiento de un tipo de literatura distinta: textos desconocidos hasta la fecha que comienzan con las palabras “esto he oído…”, es decir, justamente corresponden con la manera tradicional en la cual los sūtras, la palabra del Buda, han sido compuestos.

Esta novedosa literatura plantea un camino superior al vehículo general del budismo presentado en los nikāyas/āgamas, el nuevo vehículo plantea una vía que permite obtener el mismo despertar del Buda. La idea de que el despertar del Buda era superior al de sus discípulos ya estaba presente en su época y se justificaba indicando que el camino que siguió Gautama fue el de desarrollar todas las cualidades, siendo que el seguido por sus discípulos era la vía directa a la liberación[30]. Así, esta literatura enfatiza la compresión de la vacuidad de todos los fenómenos y la compasión como camino para lograr el desarrollo de todas las cualidades. Se explica que tales enseñanzas debieron permanecer ocultas durante siglos debido a que no era el momento correcto para revelarlas. En otras palabras, los discípulos no estaban preparados para comprender dicha doctrina en la que se enfatiza la vacuidad de todos los fenómenos y la compasión. El camino a la liberación establecido por el vehículo fundamental del budismo enfatizaba la vacuidad del yo; pero no la de todos los fenómenos. La idea establecida en la época era que comprender la ausencia del yo de la persona sería suficiente para liberarse del sufrimiento y que éste era el logro espiritual máximo presentado por el Buda. Las enseñanzas introducidas por el Gran Vehículo vienen a contrarrestar tal idea, y explican que la liberación del sufrimiento que experimentan los arhats no es el objetivo último, sino un estadio temporal, y que para la obtención del verdadero estadio final —la omnisciencia— es necesario cultivar las seis perfecciones trascendentes (sanc. pāramitā) con el deseo en mente de liberar absolutamente a todos los seres del sufrimiento. Este surgimiento de textos desafió al canon de enseñanzas establecido, ya que proponía una vía superior que conduciría a un entendimiento superior.[31]

El origen de la literatura del Gran Vehículo continúa siendo un tema de investigación. Muchos estudiosos indican que estos textos surgieron de la escuela mahāsaṅghika, pero dado que la escuela continuó existiendo muchos siglos después del surgimiento de la literatura del Gran Vehículo la idea de una simple transformación de mahāsaṅghika no tiene sentido. Lo que sí podemos afirmar es que la escuela mahāsaṅghika influenció la formación del Gran Vehículo, ya que encontramos muchas similitudes entre ambas, así como también observamos que las enseñanzas de las escuelas sarvāstivāda, mahīśāsaka, dharmaguptaka y theravāda fueron incorporadas al budismo del Gran Vehículo.[32]

La evidencia indica que la literatura del Gran Vehículo no fue compuesta por distintos grupos o escuelas; estos textos tampoco se presentan como meros comentarios, sino como la palabra del Buda mismo. También sabemos que su aparición no causó división en las escuelas, simplemente algunas de ellas se vieron más o menos inclinadas a practicar estos textos, mientras que nadie cuestionó su autoridad. Al principio, los sūtras del Gran Vehículo eran una atracción esotérica de pocos; recién a finales del siglo 5 d. C. algunas escuelas rechazaron la autoridad de esta literatura de manera explícita. De acuerdo con lo observado por el monje peregrino chino Hsüan-tsang, para el siglo 7 d. C. al menos la mitad de las comunidades monásticas en India practicaba el Gran Vehículo.[33] La tradición cuenta que las enseñanzas del Gran Vehículo fueron transmitidas en particular por Ānanda a otros discípulos quienes las memorizaron y a su vez las transmitieron.

Precisar la fecha en la cual surgieron los textos del Gran Vehículo es una tarea difícil, ya que no existen muchas referencias. Así, basándonos en la evidencia con la que contamos, los textos más tempranos parecen haber surgido en el siglo 2 d. C. dado que fueron traducidos por Lokakṣema al chino. Algunos expertos sostienen que la producción de esta literatura comenzó en el siglo 1 a. C. y, aunque la fecha no puede ser precisada, sabemos que la composición de los textos continuó por varios siglos. Ciertas investigaciones sugieren que el surgimiento del Gran Vehículo podría estar relacionado con ascetas que moraban y realizaban sus prácticas en los bosques como un intento de volver al budismo original, otras han conectado el surgimiento del Gran Vehículo con cultos en los cuales se veneraban las escrituras.[34]

El término ‘Gran Vehículo’ no aparece en inscripciones hasta el siglo 2 o 3 d. C.; no obstante, ello no es prueba suficiente para indicar que no existió antes. El peregrino Fa-hsien partió hacia India en el año 399 y en sus notas describe que encontró tres tipos de templos: aquellos en donde se practicaba el vehículo fundamental, el Gran Vehículo y ambos.[35] A pesar de que la transmisión del budismo a China ocurrió probablemente al comienzo de la era cristiana, las enseñanzas budistas no fueron traducidas hasta un siglo más tarde. Entre los traductores chinos encontramos a Lokasema, quien tradujo 14 escrituras al chino, entre ellas la perfección de la sabiduría en 8000 líneas (sánsc. aṣṭasāhasrikā). Este texto, fundamental para el Gran Vehículo, fue compilado en algún momento entre el 100 a. C. y el 50 d. C.. Así, para el siglo 1 d. C., el budismo del Gran Vehículo ya existía en varias formas. Considerando que las traducciones de Lokasema incluyen extractos de otros textos del Gran Vehículo, muy probablemente estos textos citados ya existían a principios del siglo 1 a. C.[36] El sūtra del Gran Vehículo más temprano del que tenemos conocimiento es el satparamita que, si bien no sabemos con exactitud cuándo fue compuesto, la evidencia indica que sucedió en el siglo 1 a. C.[37]

 B. La diferencia entre el vehículo fundamental de budismo y el Gran Vehículo

Si bien existen varias diferencias entre las enseñanzas presentadas en nikāya/āgama y el Gran Vehículo, tal como fue comentado anteriormente, las más notables se plasman en el entendimiento de la vacuidad y en el énfasis sobre el deseo de liberar a todos los seres del ciclo de existencia como requisito para la obtención del logro espiritual máximo. En las enseñanzas nikāya/āgama se enfatiza la vacuidad de la persona, mientras que en las enseñanzas del Gran Vehículo se enfatiza la vacuidad de todos los fenómenos. Esto es particularmente evidente en el sūtra del corazón, en el cual Śāriputra, discípulo del Buda que representa a los seguidores del vehículo fundamental del budismo, pregunta cómo debe practicarse la profunda perfección de la sabiduría. Allí, Avalokiteśvara, bajo la inspiración del Buda, le indica que no sólo el ‘yo’ de la persona es vacío —tal como Śāriputra lo comprendía hasta ese momento—, sino todos los fenómenos en su vasta extensión. Así, aquellos que vivencian la vacuidad de la persona o del ‘yo’ se liberan del sufrimiento, mientras que aquellos que vivencian la vacuidad de todos los fenómenos obtienen la omnisciencia, es decir, se liberan del sufrimiento y comprenden el todo, objetivo último del budismo. Luego, dicho vehículo superior plantea que, a diferencia del camino fundamental, el camino a seguir es el de la compasión, a saber, practicar las seis perfecciones trascendentes con el objetivo de liberar a todos los seres del sufrimiento. Si bien tal énfasis en el desarrollo de la compasión es claro desde el punto de vista teórico, desde el punto de vista práctico no necesariamente lo es. En otras palabras, en la literatura del Gran Vehículo hay un énfasis claro en el desarrollo de la compasión hacia todos los seres como ejercicio espiritual, práctica que lleva a la evolución del individuo y lo acerca al despertar. Si bien este método no está presente en el vehículo fundamental de manera explícita, los relatos de los maestros y discípulos que siguen este camino también reflejan su deseo de liberar a todos los seres del sufrimiento, motivo por el cual brindan enseñanzas a otros y realizan actividades que benefician a otros seres. La mayor diferencia entre ambos vehículos, de esta manera, radica en el entendimiento de la vacuidad, ya que la falta de compasión en el vehículo fundamental parece ser una acusación del Gran Vehículo y no se ve reflejada en la práctica diaria de aquellos que lo siguen.

 C. Tres posibles fuentes del origen del Gran Vehículo

Aunque es tarea difícil indicar con certeza el surgimiento de los textos del Gran Vehículo, estudiosos han planteado tres escenarios posibles:

 1. Primera fuente

Tal como fue señalado anteriormente, algunos expertos sostienen que el Gran Vehículo tiene como fuente de origen el budismo nikāya, y afirman que, en particular, el Gran Vehículo es el resultado de la escuela mahāsaṅghika. Esta inferencia deviene de la presencia de muchas características de la tradición mahāsaṅghika presentes en el Gran Vehículo. Si bien podría ser cierto, también debemos aclarar que el desarrollo del Gran Vehículo fue influido en gran parte por las escuelas mahīśāsaka, dharmaguptaka, sarvāstivāda y theravāda.

 2. Segunda fuente

El desarrollo del Gran Vehículo fue impulsado por aquellos seguidores que escribieron la biografía del Buda y que, en algunas ocasiones, indicaron pertenecer al “vehículo que alaba al Buda.” A pesar de que esta literatura tuvo sus orígenes en el nikāya, eventualmente se desarrolló de manera que transcendió al sectarismo y contribuyó al surgimiento del Gran Vehículo. Cabe aclarar que los biógrafos del Buda describieron su vida probablemente basándose en la cesta del vinaya. El “gran capítulo” (sánsc. Mahāvastu) que describía la vida del Buda —y que pertenecía al vinaya—, a medida que se expandió con más detalles de su vida, dejó de pertenecer a esta colección para ser un texto independiente.

 3. Tercera fuente

El tercer escenario posible en el desarrollo del Gran Vehículo fue el culto a stupas. Luego del parinirvāṇa del Buda, sus restos fueron divididos y colocados en ocho stupas en India central y éstas se convirtieron en centros de peregrinaje budista. Más tarde, el rey Aśoka mandó a construir stupas en otras partes de India, lo que contribuyó a la expansión de la práctica de rendirles culto. [38] El budismo del Gran Vehículo, en su comienzo, fue practicado principalmente por personas laicas —hecho narrado en los textos tempranos de este vehículo—, sólo más tarde ciertos monjes asumieron posiciones prominentes en el Gran Vehículo. Debido a que las personas laicas no tienen la habilidad de observar los preceptos y dedicar mucho tiempo a la práctica de meditación, adoptaron la práctica de rendir culto a stupas.[39] Para poder desarrollar la doctrina, los practicantes laicos necesitaban de un sitio en donde reunirse y llevar a cabo las prácticas y actividades, pero los monasterios no ofrecían esa posibilidad ya que sólo aquellos con preceptos podrían participar de las prácticas con los monjes. Así, las stupas se convirtieron en su lugar de encuentro.

De acuerdo con la versión pali del mahāparinibbāṇa, cuando el Buda estaba a punto de pasar a nirvana, le indicó a Ānanda que los monjes y monjas no debían realizar un servicio de funeral, sino que debían “preservar los restos por el bien superior.” En cuanto a sus restos, el Buda explicó “brahmanes con profunda fe y buenos laicos reverenciarán los restos del tathāgata.” En otro pasaje del mahāparinibbāṇa se explica que hay cuatro sitios que son considerados sagrados para el Buda luego de su parinirvāṇa: Lumbini, lugar de nacimiento del Buda; Bodh Gaya, sitio donde alcanzó el despertar; el Parque de los Ciervos, donde dio su primer sermón; y Kushinagar donde alcanzó el parinirvāṇa.[40] Así, en estos sitios se construyeron monumentos conmemorativos y fue establecido el comienzo de las peregrinaciones y la práctica de rendir culto.

En resumen, el establecimiento de stupas y la acumulación de propiedades alrededor de ellas permitió que grupos religiosos vivan en sus proximidades. Estas órdenes se formaron y comenzaron a desarrollar doctrinas relacionadas con el poder del Buda como salvador, mientras que aquellos que seguían más de cerca el camino propuesto en el nikāya/āgama enfatizaban el dharma, es decir, las enseñanzas por sobre todas las cosas como vehículo de transformación. Dado que en la literatura del Gran Vehículo no se describen las circunstancias de su surgimiento, toda investigación está parcialmente basada en especulación.

 10. Manuscritos budistas recuperados

No existe una colección completa del Gran Vehículo en sánscrito, sin embargo, se han encontrado numerosos textos en este lenguaje en Nepal.

A fines del siglo 19, algunas expediciones en Asia central descubrieron manuscritos sánscritos en el desierto. Expediciones de Aurel Stein, Paulet Pelliot, Albert von Le Coq y Otani llevaron esos textos a Europa y Japón. La expedición alemana también llevó muchos manuscritos a Berlín.

En el año 1931 una gran cantidad de manuscritos sánscritos fueron encontrados dentro de una stupa en Gilgit, Cachemira, entre ellos se encontraba la versión completa del vinaya de mūlasarvāstivādin y otros textos del Gran Vehículo.

También durante la década de 1930, Rahula Sankrtyayana viajó a Tíbet en donde encontró muchos manuscritos sánscritos en los monasterios. Estos manuscritos no han sido estudiados en profundidad aún, sin embargo, una gran porción de los textos del Gran Vehículo parece tratarse de budismo esotérico, aunque también incluye tratados sobre abhidharma y lógica budista.[41]

Hoy en día los sūtras del Gran Vehículo se preservan, en gran medida, en la colección china, tibetana y, en menor medida, en sánscrito. Cuando el budismo comenzó a perder vitalidad en India, alrededor del siglo 11-12 d. C., el budismo del Gran Vehículo fue preservado en China, Japón, Corea, Tíbet y Mongolia; mientras que en Sri Lanka y en el sudeste asiático se preservaron, en general, las enseñanzas del vehículo fundamental, es decir, las expuestas en nikāya/āgama.[42]

 11. Conclusión

Tal como hemos visto y contrario a lo que muchas veces se cree, el canon pali fue escrito alrededor de 450 años después del parinirvāṇa del Buda, hasta ese entonces las enseñanzas fueron preservadas mediante una tradición oral. Si bien algunos critican las enseñanzas del Gran Vehículo por aparecer tarde en la historia del budismo, muchas han sido expuestas por escrito alrededor del mismo período que las pertenecientes al vehículo fundamental. Otra critica que se hace al Gran Vehículo es su aparición repentina y la carencia de transmisión oral por parte del Buda, pero la tradición explica que esta doctrina fue brindada por el Buda sólo a aquellos discípulos que poseían las capacidades espirituales e intelectuales para comprenderlas. Es decir, estas enseñanzas no fueron las más accesibles ni las que practicaba la mayoría de los discípulos, por ese motivo no formaron parte de los concilios, sino que se extendieron de manera oral y de manera individual, de maestro a discípulo hasta que ganaron mayor popularidad y, eventualmente, se establecieron en las distintas comunidades budistas. A pesar de que la doctrina del Gran Vehículo no fue puesta en formato escrito ni por el Buda ni, probablemente, por ninguno de sus discípulos directos, su mensaje ha sido preservado por distintas culturas a lo largo de los siglos. Afirmar que las enseñanzas se preservaron en la manera en que fueron transmitidas por el Buda mismo es mucho decir: resulta imposible concebir la idea de un budismo puro que no haya sido afectado por elementos culturales. Cada vez que el budismo se estableció en una nueva región adoptó, siguiendo el orden natural de las cosas, elementos de esa cultura. Por ejemplo, en India, el budismo tomó elementos religiosos ya establecidos por el brahmanismo o, del mismo modo, el establecimiento del budismo en Tibet adoptó elementos de la cultura y de la religión Bön. La incorporación de ciertos elementos culturales, religiosos, filosóficos y lingüísticos a la doctrina del Buda no implica la pérdida del mensaje original; más aún, es la manera en la cual las personas pueden relacionarse de manera más favorable con algo ya conocido. Así, luego de más de 2500 años del comienzo de la transmisión de las enseñanzas y a pesar de que muchas se han perdido, aún contamos con una gran cantidad de textos que se conservan especialmente en pali, tibetano y chino. Si bien existen varias fuentes que indican el origen de las colecciones pali y chinas, no hay evidencia explícita que indique el origen de la literatura del Gran Vehículo, por lo que toda investigación está basada parcialmente en especulación. Las investigaciones apuntan a que, si bien gran parte del movimiento del Gran Vehículo surgió de rendir culto a stupas, también existe evidencia de que ha surgido como parte de otras escuelas que seguían el vehículo fundamental de budismo. Entre éstas últimas, la escuela theravāda aún existe —y con mucha vitalidad—, sus enseñanzas continúan siendo practicadas por miles de seguidores. La preservación de la doctrina budista para generaciones futuras dependerá de su traducción a lenguajes modernos. Actualmente, la cantidad de personas que puede leer y entender de manera precisa pali, sánscrito, tibetano y chino clásico está disminuyendo, por lo cual la traducción de los textos a lenguajes modernos parece ser la única manera de asegurar la preservación de las enseñanzas para generaciones futuras, tarea que desde hace años es llevada a cabo por universidades, organizaciones y traductores independientes.

 12. Bibliografía

  • Cousins, L. S. “The Early Development of Buddhist Literature and Language in India.” Journal of the Oxford Centre for Buddhist Studies, 5, pp.89–135.
  • Gethin, Rupert. The Foundations of Buddhism. Oxford: Oxford University Press, 1998.
  • Hirakawa, Akira, and Paul Groner. History of Indian Buddhism: From Sakyamuni to Early Mahayana. Delhi: Motilal Banarsidass Publ., 2007.
  • Padalangala, Rewatha. “Origin and Diffusion of the Buddhist Sanskrit Literature.”

Referencias

  1. Conocemos de la existencia del primer concilio porque el vinaya narra este encuentro.
  2. Aquellos que han realizado el dharma de manera directa y perfecta.
  3. Rupert Gethin, The foundations of Buddhism, 40.
  4. Idem, 40.
  5. Se denomina Prakrit al conjunto de dialectos ario-indios.
  6. Idem, 41.
  7. Akira Hirakawa and Paul Groner, History of Indian Buddhism: From Sakyamuni to Early Mahayana, 87.
  8. La mayoría de los expertos concuerdan que no fue una traducción propiamente dicha del pali al sánscrito ya que el pali posee muchas características del sánscrito. Por este motivo muchos explican este proceso como una adaptación.
  9. Idem, 223.
  10. Muchos investigadores indican que es muy poco probable que el canon pali del siglo 3 a. C. sea idéntico a la versión presente. A pesar de que no es posible afirmar su similitud, sí podemos confirmar que la colección a la que tuvieron acceso los comentadores en el siglo 5 d. C. era muy similar, sino igual, a su primera versión, por lo tanto puede ser que el corpus actual, protegido por una tradición oral, sea similar a su primera versión.
  11. L. S. Cousins, “The Early Development of Buddhist Literature and Language in India,” Journal of the Oxford Centre for Buddhist Studies, 108-109.
  12. Al momento que Buddhaghosa escribe su comentario aṅguttara con detalles del concilio habían pasado más de 500 años del evento, por este motivo no se puede saber con precisión si sus narraciones capturan todos los detalles de manera correcta; o, si la versión fidedigna es la narrada en el texto dīpavamsa.
  13. Idem, 110.
  14. Gethin, 43.
  15. Idem, 44.
  16. Idem, 44. El término más antiguo para referirse a los discursos del Buda es sutta. Cuando este término se adaptó al sánscrito se eligió la palabra sūtra que de manera literal significa ‘hilo.’ Richard Gombrich comenta que el término indio-aryo sutta probablemente corresponda con el término sukta, que significa ‘algo bien hecho,’ así Gombrich indica que probablemente ha sido un error adoptar el término sūtra para referirse a la palabra del Buda .
  17. Se cuenta que luego del parinirvāṇa del Buda, Ānanda logro alcanzar el nirvāṇa poco antes de que el concilio tome lugar, requisito indispensable para participar en él. Así, Ānanda tuvo un rol histórico muy importante en el primer concilio ya que era la memoria viva del Buda y pudo corroborar la exactitud de las enseñanzas durante la recitación.
  18. Idem, 46.
  19. Idem, 48. Las enseñanzas que encontramos en los sūtras referencian un contexto en particular, siendo que las enseñanzas en abhidharma son generales.
  20. Idem, 48.
  21. Idem, 49. Hoy en día en los monasterios tibetanos en general se estudia el ‘tesoro del abhidharma’ (sánsc. abhidharma-kośa) compuesto por Vasubandhu (siglo 4-5 d. C.), este texto se encuentra traducido al inglés y llena más de 1300 páginas. Si bien el abhidharma está basado en enseñanzas del nikāya, es decir, excluye a las del Gran Vehículo, Mipham (siglo 19-20 d. C.) compuso un texto llamado ‘la puerta de entrada al conocimiento’ (también se encuentra traducido al inglés) en donde incorpora las presentaciones nikāya y del Gran Vehículo en un mismo comentario. Este texto de Mipham también es estudiado en los monasterios tibetanos, especialmente en aquellos pertenecientes a la escuela nyingma.
  22. Idem, 55.
  23. Idem, 49.
  24. Akira Hirakawa and Paul Groner, 80.
  25. Debido a la falta de comentarios en relación a estos cinco puntos es difícil comprender la crítica quinta.
  26. Rewatha Padalangala, “Origin and Diffusion of the Buddhist Sanskrit Literature,” 10.
  27. Gethin, 54.
  28. Cousins, “The Early Development of Buddhist Literature and Language in India,”113-115.
  29. Padalangala, “Origin and Diffusion of the Buddhist Sanskrit Literature,” 16-17.
  30. El vehículo planteado en los nikāyas/agamas enfatiza la obtención de la liberación del sufrimiento (o la eliminación de las obscuraciones emocionales), mientras que el Gran Vehículo enfatiza el despertar, esto es la eliminación de los dos tipos de obscuraciones: las emocionales y las cognitivas.
  31. Gethin, 224-225.
  32. Hirakawa and Groner, 260.
  33. Gethin, 57.
  34. Idem, 57.
  35. Hirakawa and Groner, 243-244.
  36. Idem, 251-252.
  37. Idem, 276.
  38. Idem, 260-261.
  39. La escuela dharmaguptaka sostenía que las ofrendas a stupas generaba un gran mérito, en contraste la escuela mahāsāṃghika afirmaba que las ofrendas a stupas resultaría en solo una pequeña cantidad de mérito. Fuentes más nuevas como el abhidharmakośakārikā sostienen que ofrendas a ordenes monásticas producen más mérito que aquellas a stupas.
  40. Idem, 271.
  41. Idem, 294-295.
  42. Gethin, 58.