La naturaleza del apego en el budismo

La naturaleza del apego en el budismo

Hace muchos años cuando comencé a practicar budismo en Buenos Aires andaba con ganas de comprarme una pequeña estatua del Buda que había visto en el barrio chino. Recuerdo que estuve deliberando durante cierto tiempo si la debería comprar; mi razón para no comprarla era simple: no quería tener cosas para no apegarme a ellas, especialmente no quería apegarme a la forma física de un Buda. Mi entendimiento por ese entonces del apego era uno muy superficial y que no tiene casi ninguna relación con lo que el budismo realmente plantea como apego. La estatua del Buda no era el problema, sino el apego a absolutamente todo lo material e ideas, siendo el apego al punto de referencia el que nos impide ver la realidad tal cuál es.

Estamos apegados a cosas materiales, y eso se percibe de manera fácil, estamos apegados a relaciones con otras personas y eso, tal vez, es un poco más difícil de percibirlo, y estamos apegados a características inexistentes de la realidad, y este apego no lo percibimos. Aquello que estamos convencidos de que existe, en verdad, existe solamente como una proyección de nuestra mente, no tiene ningún elemento que sustente su existencia, y este error cognitivo es la principal causa de sufrimiento.

En este episodio exploro el concepto de apego en el vehículo fundamental y el gran vehículo.

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