Una corta reflexión acerca de la muerte

Una corta reflexión acerca de la muerte

El budismo nos recuerda constantemente que nos vamos a morir, y la reflexión sobre la transitoriedad es uno de los caminos a la liberación del sufrimiento.

Algunas veces es difícil conectar emocionalmente con las reflexiones que encontramos en la literatura budista ya que nos parecen lejanas, es por eso que quería compartir con ustedes la carta de una gran practicante y traductora Christina Monson, que falleció hace pocos días. Antes de morir escribió esta carta dirigida a la comunidad de practicantes:

Estoy agradecida con todas las hierbas, flores, montañas y ríos que me llevaron al camino del Buda. Sin ello, me sentiría bastante perdida en este momento de mi vida. Fuimos a Seattle para realizar un tratamiento de radiación, pero las cosas no salieron como se planeaban. Mientras estuve allí, experimenté una caída repentina en mis niveles de sangre y me vi obligada a regresar inesperadamente a Oakland, donde ahora estoy bajo cuidados paliativos en el hogar. Los días son diferentes ahora. Me alegra haber pasado mucho tiempo sentada porque no es difícil hacerlo en estas circunstancias.
Cada uno de ustedes es una presencia importante en mi vida. Lo son y siempre lo serán. Las personas más cercanas a mí creen en los milagros, así que, ¿por qué no debería yo? De todas formas, sentarme al sol ayer y oler la dulce y fresca salvia fue un milagro. Observar cómo la luz del sol se desvanecía en los árboles de secuoya en el fondo del jardín también fue un milagro. Amo los milagros y siempre lo haré. El campo amplio y profundo de la conciencia es el milagro más grande que he encontrado. Me regocijo en todos los milagros que cada uno de ustedes experimentarán todos los días. Les pido que imaginen más milagros para mí y, que ustedes mismos se deleiten en los suyos.
Enviando amor continuamente,
Christina

Luego de leer esta carta me fue imposible no pensar en esos milagros que Christina comenta, el milagro de tener un instante más en esta vida para volver a observar a nuestra mente, nuestra experiencia y disfrutar de las cosas más simples de la naturaleza y relaciones con amigos y familia.

Hemos escuchamos el relato de grandes maestros cuando están pronto a fallecer, como cuando el Karmapa 16 tranquilizaba a sus discípulos poco antes de morir diciendo «no pasa nada»; pero en este caso, es el relato de alguien con quien podemos identificarnos de manera más cercana, es una practicante de budismo como muchos de nosotros y en su carta nos dice lo que ya sabemos, y aquello de lo que tenemos que ser recordados una y otra vez, la práctica espiritual sirve también para cuando tengamos que enfrentar el momento crucial de nuestra muerte, que llegará tarde o temprano. Algo hermoso que encuentro en su carta es que pudo seguir practicando en esta situación tan desfavorable debido a que pasó mucho tiempo de su vida practicando.

Permaneció 3 días en tukdam, es decir, luego de que su cuerpo físico no mostrara más señales de vida, ella permaneció 3 días más en meditación. Una señal de una practicante de meditación avanzada.

Le deseamos que pueda renacer en la tierra pura de dewachen y desde allí que continúe beneficiando seres.